Animales fantásticos: Los crímenes de Grindelwald
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El mundo mágico se ve sacudido por la huida del peligroso Gellert Grindelwald. La semilla de la división comienza a florecer y las ganas de imponerse por la fuerza van creciendo. En estas circunstancias, el respetado Albus Dumbledore hará sus primeros movimientos. El futuro de magos y muggles está en juego en… ‘Animales fantásticos: Los crímenes de Grindelwald’.

“Éramos más que hermanos” (Albus Dumbledore)

Crítica de Animales fantásticos: Los crímenes de Grindelwald

El aspecto más destacado de ‘Los crímenes de Grindelwald’ radica en que su trama se vuelve más seria, adulta y dramática. Si en la primera parte la captura de los animales escapados daba pie a cierta diversión, aquí ya no sucede esto. En este sentido, este film va todavía más enfocado al público mayor de edad que el anterior.

La trama principal es la búsqueda del misterioso Credence, que logró sobrevivir al incidente de NY. Ahora todos los demás personajes van tras él, especialmente Grindelwald que lo considera clave para su alzamiento. Por su parte, Credence también va tras de algo: sus raíces familiares. Así pues, toda la película queda configurada como una gran búsqueda. De esta forma, la narración va saltando de personajes en personajes. Credence y Nagini, Newt y Tina, Jacob y Queenie, Grindelwald y Rosier. Son muchas las parejas y/o grupos que veremos juntarse y separarse, pero todos con el objetivo ya indicado: Credence.

Sazonando la búsqueda principal tenemos toda una serie de historias individuales de los personajes. El contenido de las mismas incluye: mentiras, traiciones, pactos, acciones reprobables,… Todas estas historias/subtramas tienen su punto culminante en el tramo final con “sorprendentes” revelaciones. Esa parte vale por casi todo lo anterior y roza las conspiraciones de los films de espionaje, pero en el mundo mágico. Tal y como se puede apreciar, no estamos ante temáticas precisamente infantiles.

Puede que todos los “relatos” y relaciones terminen por saturar en un metraje de más de 2 horas. Para evitarlo se intentan insertar determinados momentos de acción. Estas secuencias se caracterizan por el uso de muy variados hechizos bastante bien ejecutados visualmente. Entre ellos: confusión, amor, niebla, reparación, viento,… También se incluyen dos o tres grandes secuencias (la huida de Grindelwald y el clímax) pero no son algo extraordinario que nos vaya a dejar atónitos. Por lo tanto, la acción en la película es muy secundaria. Todo (o casi todo) se centra en los personajes y sus objetivos/relaciones personales. Avisados quedan los ávidos de emociones fuertes y/o fantástica magia…

Lógicamente, también tendremos guiños al film anterior y a las películas de ‘Harry Potter’. Entre los primeros están el regreso de Pickett y del Escarbato. Entre los segundos visitaremos Hogwarts y volveremos a ver algunos objetos como el Espejo de Oesed. También aparecerán algunos animales fantásticos nuevos como el Kelpie o el Zouwu. Estas criaturas presentan un mejor trabajo e interacción que las que vimos en el primer film.

Por otro lado, todo el diseño de producción de la película, atrezo y demás vuelve a estar a gran nivel. Para lograrlo, David Yates ha vuelto a contar con Stuart Craig, Philippe Rousselot y Colleen Atwood. Ahora bien, la dirección de Yates se muestra acomodada, no asombra y deja que sea todo lo demás lo que marque diferencia. Desde una simple postal animada hasta el muy variado y elegante vestuario de los diferentes protagonistas.

En el reparto hay que decir que repiten los grandes nombres de la primera parte. No obstante, casi todos ellos se vuelven más serios y/o tristes. A la que más se le nota este aspecto es a Alison Sudol. La actriz de Seattle ve como su muy encantadora Queenie va perdiendo poco a poco su alegría. Su cambio es el más notable. También más endurecida se nota a Katherine Waterston repitiendo como Tina. Eso sí, hay que resaltar que los cambios de temperamento de las hermanas Goldstein no son por azar, sino motivados por la trama.

El que no cambia de registro es Ezra Miller que sigue cumpliendo bien como el introvertido Credence, el gran “objeto de deseo” por todos. A su lado pinta muy poco Claudia Kim como Nagini, una especie de freak exhibida en circos. La verdad es que Claudia apenas tiene frases y pasa su tiempo acompañando a Ezra. Zoë Kravitz es otra que se entrega a la seriedad imperante dando vida a Leta Lestrange. Atención porque su personaje va claramente de menos a más en la historia. De interpretar a su novio se ocupa un muy destacado Callum Turner que se hace notar cada vez que sale. Da vida a Theseus Scamander, el hermano de Newt y auror del Departamento de Magia Británico.

Naturalmente, el mayor protagonismo vuelve a ser entregado a Eddie Redmayne. El actor londinense se encuentra muy cómodo con este agradable personaje, tan es así que empezamos a ver más a Scamander que a Redmayne. Su compañero de fatigas vuelve a ser el orondo Jacob interpretado por Dan Fogler. Mucho ojo porque Jacob también pierde parte de su festividad provocado por sus desavenencias con Queenie, atribuidas a ambos. De entre los nuevos protagonistas hay minutos para William Nadylam con otro personaje serio y misterioso, Yusuf Kama.

Y así hemos llegado a Jude Law y Johnny Depp, los dos fichajes estrella. Jude Law interpreta al querido Albus Dumbledore en su versión adulta, que no anciana. Muy poco vamos a poder disfrutar con él, ya que sus escenas y minutos son muy contados. Además, pese a que controla la situación, tampoco ofrece gran cosa y se mantiene al margen por misteriosos motivos.

Johnny Depp interviene mucho más en el rol del villano de la función, Grindelwald. Su interpretación no es fácil, pero sale bien librado y con gran control. Hay que tener en cuenta que carga con un personaje que por dentro está repleto de odio y resentimiento. Sin embargo, exteriormente debe mostrarse calmado y controlado. De sus principales esbirros nada que decir, ya que sólo «amueblan» las escenas, es el caso de Poppy Corby-Tuech como Rosier.

“Ya he elegido de qué lado estoy” (Queenie)

En conclusión.
Finalizo esta crítica de Animales fantásticos: Los crímenes de Grindelwald, una película cuyo cambio en tono y personajes chocará mucho al público, especialmente a los más jovencitos. En este contexto, su trama de “espionaje, drama y conspiraciones mágicas” está claramente orientada para espectadores adultos. Los que busquen aquí diversión mágica e infantil creo que saldrán decepcionados. Avisados quedan todos.

Tráiler de Animales fantásticos: Los crímenes de Grindelwald

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