Amy (La chica detrás del nombre)
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Tras dos cortometrajes filmados en 2012 y 2013, Asif Kapadia regresó al género documental. Un género con el que tanto brilló en 2010 con ‘Senna’. Y lo hizo con ‘Amy (La chica detrás del nombre)’, un documental sobre la gran artista Amy Winehouse. Esta película se reveló como el mejor film-documental del 2015, sin ningún tipo de duda.

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Crítica de Amy (La chica detrás del nombre)

El 23 de julio de 2011, Amy Winehouse pasaba a formar parte del Club de los 27. Esta es la trágica lista de estrellas de la música que, de forma prematura, han pasado a mejor vida. Considerado por muchos como la crónica de una muerte anunciada, el fallecimiento de la solista sentó como un jarro de agua fría a gran parte de la población.

En el mismo año del estreno de su documental nos llegó ‘Kurt Cobain: Montage of Heck’ (Brett Morgen, 2015), considerado como el mejor retrato realizado hasta la fecha de la figura de quien fuera líder de Nirvana, muerto también a los 27 años de edad. ‘Amy (La chica detrás del nombre)’ es el primer documental entorno a la figura de la cantante londinense. Un film que se convierte en una pieza definitiva para comprender a la persona y al personaje. De esta forma se logra amar aún más su legado.

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El film es contado a modo de compendio de videos caseros, entrevistas, conciertos, videos de YouTube, grabaciones telefónicas y testimonios de sus más allegados. Esta exposición funciona a la perfección como fiel retrato del sensacionalismo. Es aterrador contemplar como una horda de seres depravados decidieron convertirse en carroñeros de la vida de Winehouse, gallina de los huevos de oro en forma de niña atrapada en el cuerpo de una mujer. Sus problemas familiares, causa principal de sus posteriores trastornos alimenticios y de su promiscuidad, tal y como acaba confesando ella misma en un desgarrador testimonio, no son nada más que el principio de su caída en picado… Lo que toda madre definiría como las “malas compañías” sumado a su carácter vulnerable, escondido tras una falsa coraza de fortaleza, fueron los que iniciaron una mala relación con las drogas y el alcohol.

Si algo queda patente en la magnánima tarea llevada a cabo por Asif Kapadia es que muestra sin ningún tipo de rubor la verdadera cara de aquellos que decidieron vivir a costa de la artista. Incisiva, sin llegar a caer en el amarillismo de quienes convirtieron la vida de Amy en un infierno, nos hace partícipes de la vida privada (que nunca llegó a ser lo íntima que ella hubiera deseado) de la cantante a través de las escuchas de aquellos que decidían grabar sus conversaciones telefónicas con ella. Aspecto este clave para entender el nivel de malicia de los mismos. El doloroso precio de la fama.

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Tal y como hizo con ‘Senna’ (Asif Kapadia, 2010), el documental entorno a la figura del piloto brasileño Ayrton Senna, Kapadia plasma las sombras de la protagonista en ‘Amy’. Entre estas figurarían su relación con las drogas, lo tóxico que resultó su matrimonio con Blake Edwards o el oportunismo de su padre. Hablamos de un sujeto que había abandonado a la familia siendo Amy una niña. Posteriormente regresó a su vida cuando ella había logrado una gran suma de dinero al firmar con su discográfica.

No obstante, también hay mucho tiempo para las luces de Winehouse. Aquí encontramos su abrupto ascenso al olimpo de los dioses de la música y posterior consagración como cantante de jazz. Siempre humilde y sin llegar a creerse la estrella que fue. Debido a la vulnerabilidad de su carácter, ‘Amy’ invita a la reflexión en tanto en cuanto a cómo hubiera sido su vida si, en lugar de haberse preocupado por seguir facturando y cumplir contratos, sus más allegados se hubieran propuesto a ayudarla cuando más lo necesitó.

Poca objetividad podréis haber leído en el texto de esta crítica de Amy (La chica detrás del nombre). Como admirador incondicional de su carrera, tan solo me queda resignación tras haber comprobado que la avaricia del ser humano es, casi siempre, ilimitada…

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En conclusión.
No estamos ante una hagiografía ni, por lo contrario, ante una pieza sensacionalista. Tenemos la suerte de ver un retrato fiel del mundo del espectáculo. Un lugar donde las sombras brillan más que las luces. Sin embargo, y pese a toda la oscuridad que la rodeó en vida, Amy Winehouse consigue seguir resplandeciendo por encima de todos. Sigue descansando en paz, Amy.

Tráiler de Amy (La chica detrás del nombre)

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